República
Bolivariana de Venezuela
Ministerio
del Poder Popular Para la Educación Universitaria
Universidad
Nacional Experimental “Rómulo Gallegos”
Área
De Humanidades, Artes, Letras Y Filosofía
Programa
de Licenciatura en Historia
Núcleo- Calabozo
Sociólogo:
|
Zenaida Pérez
|
Bachilleres:
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Cuenca Andrelis
|
Laya Marvin
|
Blanco Andrés
|
Tovar Antonio
|
Sección: 1
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HISTORIA E IDEAS DE LAS MENTALIDADES
CALABOZO,
ENERO DE 2012
El
término mentalidades se ha usado desde principios del siglo XX
para definir las estructuras sociales
que son expresión de la cultura
Su estudio parte de la historiografía moderna ha sido llamado también
"historia de la sensibilidad" y abarca todas las expresiones de vida
cotidiana como complemento del estudio de la macro-historia. La historia de las
mentalidades ha sido un tema crucial en los estudios de historia,
sociología
y psicología social, y
está vinculada a la corriente historiográfica conocida como la escuela de los Annales.
En primer lugar la historia de las
mentalidades se puede decir que trata o se ocupa de estudiar la evolución de
todos los patrones de una cultura y que fueron establecidos por los estudios
antropológicos que proponen la existencia de un pensamiento de la memoria
colectiva propia de cada pueblo, se dice que tiene mucha relación con la
historia de las ideas, tratando la parte emotiva y la relación que tiene la
psicología social. Se tiene presente que el primer interesado en este tipo de
historia fue el historiador francés Lucien Febvre, quien advirtió la diferencia
de los seres humanos pertenecientes a épocas distintas, ya que la estructura
mental se forma con base en la experiencia particular de cada momento.
La historia de las mentalidades ha
adquirido cierta relación con la antropología más que con la psicología, los
antropólogos han estudiado los llamados patrones de la cultura y llegan a la
conclusión de que existe un pensamiento colectivo, bien sea de forma mágica o
racional. Las mentalidades pretenden, conocer los cambios de las estructuras de
ese pensamiento colectivo que hemos mencionado a través del tiempo
transcurrido. La historia de las mentalidades es también conocida por muchos
como la historia de las lentitudes es por ello que se recomienda o propone
aplicar su estudio al esquema presentado sobre el tiempo histórico que propuso
Marc Bloch y Fernand Braudel en su
investigación sobre la Apología Para El
Estudio De La Historia Y La Historia Y Las Ciencias Sociales en estos
ensayos estos historiadores propones una división del Tiempo De La Historia
como Heterogéneo, Local y Cualitativo y lo diferencian del Tiempo Astronómico
el cual ellos expresan que es Homogéneo, Universal y Cuantitativo.
Con estas afirmaciones teóricas de estos
grandes historiadores se puede llegar a la conclusión de que existen diferentes
ritmos históricos que se presentan en los diferentes avatares del progreso de
las sociedades; y a su vez, dentro de estas, también existen distintos
“tiempos” que se presentan según aspectos económicos, sociales, políticos, de
mentalidad, etc., que configuran, la vida de una colectividad en su proceso
temporal. Con esto llegamos a decir que no es lo mismo el tiempo histórico, que
se expresa en las palpitaciones de una determinada formación social, y que se
diferencia del tiempo cronológico, medidor de esas palpitaciones sociales y del
fluir del tiempo general y astronómico.
Teniendo en cuenta estas teorías Braudel
establece que su teoría del tiempo diferencial en corto, mediano y largo, ahora
bien, el primero de los tiempos diferenciados es el tiempo corto en cual es un
tiempo que se presenta de forma periódica y comprende sucesos locales de la
sociedad cuya vida es efímera, por otro lado también existe el tiempo medio el
cual es un tiempo que presenta una duración un poco más amplia que el primero,
y se trata del tiempo de las coyunturas, en este tiempo se ha impuesto sobre
todo teniendo en cuenta el lenguajes de los economistas, un ejemplo de este
tiempo se puede observar en la toma de la bastilla, que es el símbolo de la
revolución francesa, y es un hecho puntual derivado de la exasperación de una
de las crisis de subsistencia (coyuntura) que a su vez expresa un aspecto
peculiar del modo de producción feudal del antiguo régimen (estructuras
económicas) y en tercer y en último lugar podemos encontrar el tiempo largo este
es el tiempo más amplio de los tres y corresponde las estructuras que serian
las organizaciones y unas relaciones suficientemente fijas entre las realidades
y las masas sociales.
Por su parte Pierre Vilar define la
historia como investigación de los mecanismos que vinculan la sucesión de
acontecimientos a la dinámica de las estructuras, con esto se observa la división
del tiempo largo el cual está compuesto por elementos unidos entre si y por
relaciones fijas. Se puede hablar entonces de cuatro tipos de estructuras las
cuales en una de ellas se da paso a la historia de las mentalidades, estas
estructuras de las cuales hablamos son:
1. Las Estructuras
Políticas: El Comunismo.
2. Las Estructuras
Económicas: El Capitalismo.
3. Las Estructuras
Sociales: La Familia.
4. Las Estructuras
Mentales: Las Religiones.
Dentro de estas estructuras, las
estructuras mentales o de las mentalidades
son las que más tardan en evolucionar lo que quiere decir que son las que más
duran en el tiempo. Ahora bien al referirnos a estas estructuras mentales sería
necesario que nos situemos en el origen del estudio de las mentalidades, desde el punto de vista histórico, nos
remontamos en el origen del estudio de las mentalidades de manera más
inmediatas con la revolución de historiográfica la cual comenzó a darse en los
años treinta del pasado siglo, surgiendo pues dentro de la escuela histórica de
origen francés conocida como Escuelas de los Annales donde sus principales
fundadores fueron los historiadores Marc
Bloch, Lucien Febvre y, posterior mente, fueron su representantes
historiadores como Robert Mandrou,
George Duby, Philipe Ariés Michel Vovelle, entre otros, a lo largo de los años 60, en la
historiografía francesa los estudios realizados sobre la historia de las
mentalidades y con la aparición de nuevos temas de estudios dieron un vuelco
gigantesco en la misma.
En el ámbito
humanístico y científico, en cambio, su uso es más cuidadoso y tímido en un
principio. La palabra “mentalidad” es primeramente empleada por los filósofos
ingleses —especialmente del siglo XVII— para designar la cualidad de la siquis.
Más tarde el iluminismo ilustrado encuentra en ella, a través de Voltaire en su
Ensayo sobre las costumbres y el espíritu de las naciones de 1745, un
uso más cercano a las reacciones pensantes de la sociedad. Pero recién la
expresión completa su riqueza relativizante por el año 1900, con Marcel Proust,
cuando escribe: “Mentalidad me gusta. Es como esas palabras nuevas que se
lanzan”. El autor de En busca del tiempo perdido, la utiliza para
designar un cierto estado sicológico, entre morboso y expectante, detenido en
la penumbra de lo normal y de lo excéntrico, inmovilizado por la fuerza del
acontecer, fatalmente histórico, simple y lógico.
Pues bien, al hablar de mentalidad es
hablar casi necesariamente de de “mentalidades colecto”, por lo tanto en este
sentido podríamos decir que de una manera simple la mentalidad es el conjunto
de actitudes que un grupo de individuos adopta frente al mundo que nos rodea.
En pocas palabras se puede decir que la relación existente entre la realidad y
la conducta individual o colectiva es el resultado de ese conjunto de actitudes
que rodea a los individuos.
Por otro lado tenemos que tomar en cuenta
cual es el objeto de estudio es un trinomio, lo que es lo mismo que una
representación mental, un comportamiento y la relación entre ambas
características, sin embargo es necesario que estos tres elementos se refieran
entre si a un grupo social de manera concreta y que se difundan en ese grupo;
de tal manera que se pueda formar una cultura diferente. Por lo tanto no
estaría de mas decir que en concreto el objeto de estudio de las mentalidades
no es otro que la actividad mental de humana en su globalidad, con el fin de
que se pueda comprender de una manera mas simple el comportamiento y las
relaciones de las sociedades y los hechos en los que ha sido protagonista el
sujeto colectivo en la historia de las mismas.
Actualmente la historia de las
mentalidades tiende un puente entre la historia como ciencia y las demás
expresiones de las ciencias humanas, además es un nuevo camino ya que los que
existían parecen borrados desde hace tiempo que la unen de otro modo con la
filosofía. Sea como fuere, ante una historia tradicional de corte clásico o
positivista, ante la opaca historia montada sobre ideologías políticas que vino
posteriormente, en fin, ante un cierto cansancio de la rutina cuantitavista, la
historia de las mentalidades aparece ahora como un refrescante remanso.
Por otra parte no es lo mismo decir
historia de las mentalidades que decir historia de las ideas debido a que la
historia de las ideas no es otra cosa que la rama de la historiografía
que estudia la evolución de las ideas o pensamiento
expresado a través de las distintas producciones culturales.
El origen de este término en la historiografía mundial se remonta a los
primeros años del siglo XX y Fue el historiador Arthur O. Lovejoy quien usó por primera vez la expresión "historia
de las ideas" al iniciar el estudio sistemático del siglo XX donde luego dio
paso a la creación de History of
Ideas Club de la Johns Hopkins University,
donde fue profesor de historia entre 1910 y 1939.
Allí imbuyó de este concepto a alumnos y
colegas como René Wellek
y Leo
Spitzer, con los cuales mantuvo extensos
debates. Sin embargo, en Ideología y utopía (1927), el sociólogo Karl Mannheim
distinguía ya la historia de las ideas de la historia materialista de
tipo marxista, reactualizando así la oposición idealismo
/ materialismo
y privilegiando el último término de esta oposición. Representante del historicismo
alemán, Mannheim acepta concebir una historia de las ideas a condición de que
estas sean expuestas en su contexto sociohistórico de emergencia. Habla pues no
tanto de relativismo,
sino de relacionismo,
esto es, de la necesidad para el historiador de poner las ideas en relación con
lo que las vuelve posibles, frente al atomismo y abuso documental del positivismo.
Dentro de esta óptica, la historia no está
comprendida en términos de continuidad, sino más bien en función de cambios, de
transformaciones, de renovaciones o de desarrollos que siguen los datos
espaciotemporales de los objetos estudiados.
La Historia de las ideas fue un proyecto
que seria seguido en una óptica diferente por Michel Foucault,
quien afirmaba, como el referido Paul Veyne,
que «la historia de las ideas comienza verdaderamente cuando se debe tener
cuenta del carácter múltiple de la "verdad" a través de la historia.
Las ideas varían en función de las culturas y, para darse cuenta, es preciso
tomar acta de los efectos de ruptura, de la historia, de las diversas maneras
de pensar de los actores y de las variaciones semánticas del pensar de los
actores y del lenguaje que no permiten concebir una historia de las ideas
homogénea y continúa.
Ahora bien es preciso presentar las
diferencias existentes entre la historia de las ideas y la historia de las
mentalidades. Ello es necesario porque, pareciera que tenemos la certeza de que
las ideas del padre de la teología por así llamarlo como lo es Santo Tomas de
Aquino estuvieran ampliamente difundidas durante la edad media y ellas fueron las
que construyeron las conciencias de la gente de esa época y su manera de
entender su mundo.
Ahora bien, las mentalidades están ligadas
al inconsciente y su reflejo en las actitudes no se pueden sujetar al
automatismo, ya que, anula la parte consciente de la historia. Es por ello, que
no debemos obviar la influencia que en todo momento tuvieron los sistemas del
pensamiento. Sin ellos no podríamos entender las estructuras sociales
medievales que previo durante más de diez siglos. Se puede comprobar como a
través de la historia de existen mentalidades diversas, con todo esto nos
podemos hacer el panorama general, de los alcances del estudio de la historia
de las mentalidades.
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